El Internacional brasileño sacó hoy una mínima renta de un gol (1-0) en las semifinales de Copa Libertadores ante un Sao Paulo rácano y empequeñecido.
El conjunto ''colorado'' fue el claro dominador del encuentro desde el pitido inicial, llevó la iniciativa y jugó al toque, con velocidad y desparpajo, aprovechando la calidad y la técnica de hombres como Taison y el argentino Andrés D'Alessandro, por cuyas botas pasaban todos los balones.
En algunos momentos, el Internacional atacaba por oleadas y en otros se limitaba a administrar el juego con paciencia, en la búsqueda de algún resquicio en el baluarte que montaron sus rivales. El Sao Paulo afrontó el partido con la única intención de mantener su retaguardia intacta y adoptó sin miramientos una táctica más típica de equipos pequeños que de un campeón de tres Libertadores: desentenderse del balón y aguantar el chaparrón.
La imagen del guardameta Rogerio Ceni perdiendo tiempo en los saques de puerta a la media hora del comienzo del partido denotaba el cariz del juego que había planteado el técnico Ricardo Gomes. A pesar de que atesoraba la pelota en todo momento, el Internacional adolecía de una preocupante dificultad para rematar a la portería rival, bien guarecida por una zaga expeditiva.
En la primera mitad, tan solo un cabezazo de Taison obligó al arquero a lucirse con una estirada felina, aunque las internadas de este joven extremo constituían un buen preludio del derrotero que iba a tomar el partido.
Con más mordiente en la segunda mitad, el Inter intensificó la presión, llegó con más claridad y tan solo Ceni conseguía contener a los ''gaúchos'' con sus atajadas bajo los palos. Los locales lograron romper las tablas apenas con la entrada de Giuliano, que en su primera acción marcó de media vuelta su cuarto tanto en la competición.
A partir de ahí, el Inter continuó buscando el ataque con la misma insistencia, pero el Sao Paulo comenzó a presionar un poco más en el centro de la cancha, con la intención de contraatacar, pero los paulistas no llegaron a incomodar al portero Renan en los noventa minutos.
A la desesperada, Ricardo Gomes precipitó el debut de Ricardo Oliveira, que se acaba de recuperar de una lesión que le mantenía alejado de las canchas desde febrero, pero el delantero tendrá que esperar un partido más propicio en la vuelta, que se jugará en el estadio Morumbí de Sao Paulo el jueves de la semana que viene.
efe
El conjunto ''colorado'' fue el claro dominador del encuentro desde el pitido inicial, llevó la iniciativa y jugó al toque, con velocidad y desparpajo, aprovechando la calidad y la técnica de hombres como Taison y el argentino Andrés D'Alessandro, por cuyas botas pasaban todos los balones.
En algunos momentos, el Internacional atacaba por oleadas y en otros se limitaba a administrar el juego con paciencia, en la búsqueda de algún resquicio en el baluarte que montaron sus rivales. El Sao Paulo afrontó el partido con la única intención de mantener su retaguardia intacta y adoptó sin miramientos una táctica más típica de equipos pequeños que de un campeón de tres Libertadores: desentenderse del balón y aguantar el chaparrón.
La imagen del guardameta Rogerio Ceni perdiendo tiempo en los saques de puerta a la media hora del comienzo del partido denotaba el cariz del juego que había planteado el técnico Ricardo Gomes. A pesar de que atesoraba la pelota en todo momento, el Internacional adolecía de una preocupante dificultad para rematar a la portería rival, bien guarecida por una zaga expeditiva.
En la primera mitad, tan solo un cabezazo de Taison obligó al arquero a lucirse con una estirada felina, aunque las internadas de este joven extremo constituían un buen preludio del derrotero que iba a tomar el partido.
Con más mordiente en la segunda mitad, el Inter intensificó la presión, llegó con más claridad y tan solo Ceni conseguía contener a los ''gaúchos'' con sus atajadas bajo los palos. Los locales lograron romper las tablas apenas con la entrada de Giuliano, que en su primera acción marcó de media vuelta su cuarto tanto en la competición.
A partir de ahí, el Inter continuó buscando el ataque con la misma insistencia, pero el Sao Paulo comenzó a presionar un poco más en el centro de la cancha, con la intención de contraatacar, pero los paulistas no llegaron a incomodar al portero Renan en los noventa minutos.
A la desesperada, Ricardo Gomes precipitó el debut de Ricardo Oliveira, que se acaba de recuperar de una lesión que le mantenía alejado de las canchas desde febrero, pero el delantero tendrá que esperar un partido más propicio en la vuelta, que se jugará en el estadio Morumbí de Sao Paulo el jueves de la semana que viene.
efe
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