
¿Cuándo empezó a jugar al fútbol?
A los cuatro años, gracias a un médico que le dijo a mi mamá que era muy nervioso y tenía que hacer deporte. Jugaba arriba y se me daba bien.
¿Sigue manteniendo a los amigos de aquella época?
Sí. Mantengo a los siete amigos que hice de chiquito y estoy feliz de que estuvieran en las malas y en las buenas.
¿Qué persona se acercó a su familia y pensó en probarle como futbolista?
Siempre iba a jugar para divertirme porque me gustaba mucho la pelota. Mi papá me dio el empuje para que siguiera con el fútbol y después de estar jugando en un club de barrio pasé a Rosario Central. Allí comenzó mi carrera. Cuando tenía 17 años vino el técnico de Primera División y me dio la oportunidad de debutar.
Con siete u ocho años, ¿quién era su ídolo?
Siempre fue Kily González. Estuvo en la selección argentina y en el Inter, entre otros. Jugaba en la banda también y lo tenía como referente. Gracias a Dios tuve la oportunidad de jugar con él.
Cuando estaba en Rosario Central le llegó el momento de dar el salto a Europa. ¿Antes tuvo opción de ir a Boca?
Sí, tuve opciones, pero para los problemas financieros de Rosario era mejor ir a Europa porque había más plata.
Y ese salto lo dio muy joven a Lisboa...
Ocurrió después de un Mundial Sub-20 al que fui como suplente y en el que terminé siendo titular en cinco partidos e hice tres goles. Tuve la posibilidad de ir al Benfica, que me quería comprar. No lo dudé, es algo muy importante para un jugador argentino saltar a Europa, y me fui allí.
¿Sus amigos qué le dicen? ¿A qué se dedican?
Estudian, trabajan y juegan al fútbol. Cuando les conté que venía al Real Madrid me dijeron que es un orgullo tener a un amigo que juega al fútbol, que está en la selección y que ahora viene a uno de los mejores clubes del mundo. Están muy orgullosos de mí.
¿Cómo le fue en Lisboa? ¿Le gustó la ciudad y el fútbol de aquel país?
Sí. Me gustó mucho. Me costó adaptarme al principio, pero lo fui consiguiendo. La ciudad es hermosa y lo pasé bien en los tres años que estuve allí.
¿Cuando se enteró de que el Madrid le estaba siguiendo a quién se lo contó primero?
A mi novia, con la que estaba viviendo el último año. Luego a mi familia y amigos.
Llega al Real Madrid, un club en el que el Presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, es una leyenda del fútbol. Un club en el que han jugado treinta compatriotas suyos. Se va a sentir como en casa...
La verdad es que sí. Estoy esperando ese momento. Es algo muy bonito para mí, que recién tengo 22 años.
Todo se fraguó cuando estaba en el Mundial al lado de su compañero de selección Higuaín. ¿Hablaron mucho sobre el fichaje?
Él estaba contento porque venía aquí y así habría otro argentino en el grupo, que es importante. Estoy muy contento de poder tener compañeros aquí como él, Gago y Garay.
¿De los jugadores que tiene el Madrid en la plantilla con quién le apetecía más jugar?
Es lindo jugar con todos los jugadores que hay ahora. Siempre los he visto en la tele. Va a ser muy bonito para mí jugar con Cristiano y Kaká. Ojalá pueda tener esa posibilidad.
¿Qué es lo mejor y lo peor de Di María?
Lo peor de mí es que defensivamente no soy tan fuerte, pero trato de rebuscármelas igual. Ofensivamente soy un jugador de banda y el uno contra uno es el fuerte mío.
La impresión que da cuando juega es que se divierte...
Para mí es como si siguiera jugando con mis amigos en el barrio. Sigo de la misma manera. Llegué aquí de esta manera y así voy a seguir.
¿Había tenido antes algún contacto con Madrid?
No, sólo había venido a jugar. Después sí. Me han comentado Heinze, el Pipa y todos los que han pasado por acá que es una ciudad muy linda, me han dicho que me voy a enamorar de la ciudad, que después no me voy a querer ir.
Ya ha visto el Bernabéu
Ya vine a ver un partido del Real Madrid hace un año. Y la verdad es que es muy lindo.
Dentro de unas semanas habrá ochenta mil espectadores que estarán esperándole para ver qué hace junto al resto de sus compañeros. ¿Siente presión o le apetece?
Me apetece, tengo muchas ganas de jugar, de que ya comience todo, es lo que más me divierte. Ahora debo estar tranquilo, esperar unos días para descansar un poco más y empezar la pretemporada.
¿Cómo ve la Liga española?
Muy competitiva, más que la portuguesa. Es una Liga muy fuerte, de las más lindas del mundo. Ojalá me pueda adaptar rápido y hacer las cosas bien.
REALMADRID.COM
A los cuatro años, gracias a un médico que le dijo a mi mamá que era muy nervioso y tenía que hacer deporte. Jugaba arriba y se me daba bien.
¿Sigue manteniendo a los amigos de aquella época?
Sí. Mantengo a los siete amigos que hice de chiquito y estoy feliz de que estuvieran en las malas y en las buenas.
¿Qué persona se acercó a su familia y pensó en probarle como futbolista?
Siempre iba a jugar para divertirme porque me gustaba mucho la pelota. Mi papá me dio el empuje para que siguiera con el fútbol y después de estar jugando en un club de barrio pasé a Rosario Central. Allí comenzó mi carrera. Cuando tenía 17 años vino el técnico de Primera División y me dio la oportunidad de debutar.
Con siete u ocho años, ¿quién era su ídolo?
Siempre fue Kily González. Estuvo en la selección argentina y en el Inter, entre otros. Jugaba en la banda también y lo tenía como referente. Gracias a Dios tuve la oportunidad de jugar con él.
Cuando estaba en Rosario Central le llegó el momento de dar el salto a Europa. ¿Antes tuvo opción de ir a Boca?
Sí, tuve opciones, pero para los problemas financieros de Rosario era mejor ir a Europa porque había más plata.
Y ese salto lo dio muy joven a Lisboa...
Ocurrió después de un Mundial Sub-20 al que fui como suplente y en el que terminé siendo titular en cinco partidos e hice tres goles. Tuve la posibilidad de ir al Benfica, que me quería comprar. No lo dudé, es algo muy importante para un jugador argentino saltar a Europa, y me fui allí.
¿Sus amigos qué le dicen? ¿A qué se dedican?
Estudian, trabajan y juegan al fútbol. Cuando les conté que venía al Real Madrid me dijeron que es un orgullo tener a un amigo que juega al fútbol, que está en la selección y que ahora viene a uno de los mejores clubes del mundo. Están muy orgullosos de mí.
¿Cómo le fue en Lisboa? ¿Le gustó la ciudad y el fútbol de aquel país?
Sí. Me gustó mucho. Me costó adaptarme al principio, pero lo fui consiguiendo. La ciudad es hermosa y lo pasé bien en los tres años que estuve allí.
¿Cuando se enteró de que el Madrid le estaba siguiendo a quién se lo contó primero?
A mi novia, con la que estaba viviendo el último año. Luego a mi familia y amigos.
Llega al Real Madrid, un club en el que el Presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, es una leyenda del fútbol. Un club en el que han jugado treinta compatriotas suyos. Se va a sentir como en casa...
La verdad es que sí. Estoy esperando ese momento. Es algo muy bonito para mí, que recién tengo 22 años.
Todo se fraguó cuando estaba en el Mundial al lado de su compañero de selección Higuaín. ¿Hablaron mucho sobre el fichaje?
Él estaba contento porque venía aquí y así habría otro argentino en el grupo, que es importante. Estoy muy contento de poder tener compañeros aquí como él, Gago y Garay.
¿De los jugadores que tiene el Madrid en la plantilla con quién le apetecía más jugar?
Es lindo jugar con todos los jugadores que hay ahora. Siempre los he visto en la tele. Va a ser muy bonito para mí jugar con Cristiano y Kaká. Ojalá pueda tener esa posibilidad.
¿Qué es lo mejor y lo peor de Di María?
Lo peor de mí es que defensivamente no soy tan fuerte, pero trato de rebuscármelas igual. Ofensivamente soy un jugador de banda y el uno contra uno es el fuerte mío.
La impresión que da cuando juega es que se divierte...
Para mí es como si siguiera jugando con mis amigos en el barrio. Sigo de la misma manera. Llegué aquí de esta manera y así voy a seguir.
¿Había tenido antes algún contacto con Madrid?
No, sólo había venido a jugar. Después sí. Me han comentado Heinze, el Pipa y todos los que han pasado por acá que es una ciudad muy linda, me han dicho que me voy a enamorar de la ciudad, que después no me voy a querer ir.
Ya ha visto el Bernabéu
Ya vine a ver un partido del Real Madrid hace un año. Y la verdad es que es muy lindo.
Dentro de unas semanas habrá ochenta mil espectadores que estarán esperándole para ver qué hace junto al resto de sus compañeros. ¿Siente presión o le apetece?
Me apetece, tengo muchas ganas de jugar, de que ya comience todo, es lo que más me divierte. Ahora debo estar tranquilo, esperar unos días para descansar un poco más y empezar la pretemporada.
¿Cómo ve la Liga española?
Muy competitiva, más que la portuguesa. Es una Liga muy fuerte, de las más lindas del mundo. Ojalá me pueda adaptar rápido y hacer las cosas bien.
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